Nuestra empresa fue fundada a principios del siglo XX y desde aquellos inicios Vitis Navarra ha ido asociando la calidad de su planta con el éxito del viñedo de sus clientes.
En el año 1906, nuestro bisabuelo Esteban García fue uno de los primeros viveristas en producir planta de vid injertada en pie americano, para luchar contra la plaga de la filoxera desde su propio vivero. Sin duda, fue un pionero y su trabajo tuvo una gran repercusión.
Vitis Navarra es un vivero familiar con más de un siglo de historia y pasión por la innovación para combatir a esta plaga. A Esteban le han sucedido al frente del vivero sus hijos, nietos y bisnietos.
Trabajo, constancia, seriedad e innovación son aquellos valores que inspiraron a nuestro bisabuelo y fundador Esteban García y que hemos ido compartiendo a través de cinco generaciones hasta la actualidad, tanto la familia así como el equipo de personas que trabaja en la empresa.
En la actualidad, VITIS NAVARRA es una firma puntera en el sector vitivinícola, con sede en la localidad navarra de Larraga con más de 70 empleados, dedicamos gran parte de nuestro esfuerzo a la investigación y el desarrollo.
Durante los últimos 20 años, hemos estado inmersos en programas de recuperación del patrimonio genético vitícola español, ello nos permite crear colecciones de biotipos de variedades autóctonas.
También estamos desarrollando programas de mejora genética vegetal para la obtención de nuevas variedades de portainjertos y de nuevas selecciones masales y clonales de variedades de vinificación.
Todo ello contribuye a mejorar el potencial cualitativo de los nuevos viñedos y por ende a la calidad de los vinos españoles.
La guarda de la biodiversidad en «bancos de germoplasma» permitirá seguir seleccionando nuevos biotipos con diferentes potenciales agronómicos y enológicos. La biodiversidad vitícola es un recurso fitogenético porque permite luchar contra las enfermedades de forma natural con biotipos autóctonos tolerantes, reduciendo así la aplicación de productos químicos.
También es una herramienta de lucha contra el cambio climático ya que nos permite seleccionar los biotipos que mejor se adaptan a esas nuevas condiciones climáticas.
Para obtener esta biodiversidad, recopilamos material de viñedos viejos con variabilidad genética y la guardamos para la posteridad. Esta variabilidad nos permite innovar en el presente y también en el futuro.
Paralelamente estamos inmersos en programas internacionales de I+D en los que buscamos mejorar la calidad de las plantas que producimos, perfeccionando la técnica del injerto para optimizar las conexiones vasculares de la variedad y el patrón en el punto injerto, de este modo podemos ofrecer a nuestros clientes plantas sanas y bien soldadas que son más longevas por su buena afinidad y más tolerantes a las enfermedades de madera. El desarrollo óptimo del viñedo dependerá tanto de la calidad de las plantas como de su manejo durante y después de la plantación.
La calidad de sus uvas es clave para el éxito de nuestros clientes. Y este trabajo comienza con la correcta elección de las variedades, selecciones clonales o masales y portainjertos, valorando todos los condicionantes edafoclimáticos y de los objetivos agronómicos y enológicos.
También es importante tener un buen protocolo de plantación con el que en función de las características del suelo y de las condiciones climáticas, se optimicen todas las labores realizadas para el éxito de la plantación.
Nuestra vocación por el viverismo nos empuja a ser un vivero útil y relevante con un objetivo: ofrecer un producto alternativo que aporte valor.
Para todo ello, nuestro equipo técnico estará a su lado.